miércoles, 29 de diciembre de 2010

Seguir.


Y cuando te paras a pensar tienes muchas dudas, no sabes si vas hacia adelante o hacia atrás, no entiendes tantas cosas, ni hechos, ni motivos, ni situaciones, ni siquiera estas seguro de lo que quieres y de lo que no. Puede que por eso no tenemos que ponernos a pensar tan seriamente, puede que no sepamos lo que en el fondo sentimos, porque eso no se piensa, se siente y queremos darle tantas explicaciones a cosas que no tienen. 
Nos quejamos, odiamos muchos momentos, llegamos a centrarnos tanto en nosotros mismos, que al final solo pensamos en nosotros y nos reducimos, porque, ¿Que pasa con el resto del mundo? La verdad llega un momento en que no nos importa el resto del mundo, solo importas tú y tu alrededor. Triste, es muy triste, egoísta es muy egoísta, porque si tenemos tantas cosas y seguimos viendo así la vida, si hay momentos en los que te crees la persona más gafe del mundo, entonces que sentirías si te faltaran cosas básicas que uno nunca piensa que le pueden faltar, que pasa si no tuvieras casa o familia o amigos. Entonces no lo podríamos superar nunca y existen personas en este mismo instante que están mil veces en peores condiciones que tú y son capaces de sobrevivir y tienen fuerza y luchan con lo poco que tienen cuando tu te hundes con las pequeñas cosas que te pasan. Ellos son capaces de ver ese pequeño rayo de luz que les mantiene fuertes y nosotros tenemos que aprender de ellos.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Soñar.



Uno siempre tiene sueños, quiere hacer, conseguir, realizar muchas cosas, pero son sueños porque no se han cumplido aún, algunos son más complicados y otros los lograrás, porque nunca hay que perder la esperanza, ya que si la pierdes seguro que no se cumplen, hay que intentar al menos, si te rindes ya has acabado.
Siempre hay alguien que ya ha caído demasiado, que ya no tiene fuerzas, que ya todo le da igual, que vive sin ilusión, pero incluso de ahí se puede salir, claro, si lo intentas, porque si ya estás en lo más hondo del mundo, si ya has llegado al interior de la tierra, lo único que puedes hacer es ir ascendiendo, no será fácil, pero al final un día ves que has llegado a la superficie, que de todo se sale, que la vida cambia y con ella tu visión del mundo.
Soñar no es malo, de hecho todos tenemos sueños, incluso la gente que no cree en ellos, creo que nunca se debe de dejar de soñar, porque al fin y al cabo que sería una vida sin sueños, no sería vida, porque es algo que viene con ella, porque así es como coges fuerzas para lograr cosas, para demostrarte que puedes, para intentarlo y conseguirlo.

Perdida.



Muchas veces uno se llena de fuerza, cree que puede hacer lo que se proponga, que las cosas le van a salir mejor, pero no, en vez de eso, te llevas el palo, como si calleras de una nube al suelo sucio y duro. Y entonces es cuando sientes, sientes impotencia, porque tus esfuerzos no se muestran en tus resultados, cuando piensas que de que sirve el esfuerzo si ni siquiera es notable. Llega un momento en el que ya no importa, ya da igual el esfuerzo, incluso el resultado, porque ves que no tienes nada, ni siquiera la fuerza de voluntad que creías que tenías ¿Dónde está? En ningún sitio y lo peor no es ya el resultado sino que no aparece algo que creías que tenías, que era imaginación, que no existe.

viernes, 17 de diciembre de 2010

El principio de una historia...

Llegaba de nuevo principio de curso, en realidad tenía ganas, ya estaba aburrida del verano y eso que había hecho muchas cosas, pero tenía ganas de un cambio de aires. Tenía ganas de estar con mis amigos, de hacer una rutina, de tener alguna obligación.
Fuí el primer día y nos dijeron las clases, me toco separada de mis amigos, pero lo sospechaba ellos tenían otras optativas, pero bueno tendría una experiencia nueva, siempre viene bien.
Me parecía extraño, pero notaba que estaba empezando el curso con mucha fuerza, con una fuerza que no recordaba haber tenido nunca. Mi clase no era nada del otro mundo, pero me vino bien empezar de cero con muchas personas, empezar a relacionarme con la gente, ya
que siempre me había costado mucho. 
Luego me ocurrío algo raro, me di cuenta de que sentía algo por alguien que ya se me había ''olvidado'' porque el verano te hace dejar de pensar en muchas cosas y momentos, no se si fue malo o bueno, pero fue,  no se porque esa fuerza que tenía me dijo, tu puedes venga lucha, eso empece a intentar, empece a mostrarme yo misma, me empece a relacionar, me dí a conocer, el problema es que esa persona era más o menos como yo, nunca había tenido pareja, era tímido, nunca mostraba nada sobre sí mismo, o casi nunca, una persona inteligente que te habla de lo que quieras pero se las ingenia para pasar por alto lo que piensa o ladear un poco su respuesta, si, era una persona dificil, pero también sabía que yo  quería en mi vida a una persona que me llenara, que consiguiera hacerme sentir diferente, a algien que fuera diferente a los demás y ese era él.